Se graduan los 170 primeros alumnos en España que pueden presumir tener titulación profesional como Dj. Muchos Disjockeys afirman que un dj nace, no se hace, así que está servida la polémica. En este artículo podemos leer y ver en que consiste esta nueva titulación de Formación Profesional y lo que ha supuesto.
El año pasado en 2012 en España, desde el consejo de Ministros se aprobó una nueva titulación profesional denominada Técnico en Vídeo Disc-jockey y Sonido. Gracias a un artículo de Francisco Álvarez publicado hoy en el Diario el Mundo, en su versión digital, podemos extraer el testimonio y más información de esta nueva alternativa a los estudios más tradicionales.
A los 23 años, Ximo decidió retomar los estudios el pasado curso. No le había seducido la idea de acceder a la universidad, ni la de matricularse en algunos de los ciclos tradicionales de FP. Regresó al instituto atraído por la creación de un ciclo formativo de videodiscjockey. Ahora sus padres respiran aliviados. "Están encantados de que me haya puesto a estudiar", confiesa.
Cuna de la mítica Ruta del Bakalao, Valencia dio algunos de los DJ más populares del país durante las décadas de los 80 y 90. Nombres como Fran Lenaers, Kike Jaén, Carlos Simó, Arturo Roger, Toni Vidal o el propio Chimo Bayo, entre otros, acreditaban una legión de fans.
Aunque de la movida valenciana tan sólo perviven los rescoldos, el gobierno autonómico ha apostado por reavivar la llama de la industria musical con el primer ciclo de España para formar a profesionales en este campo.
Hasta ahora, la demanda supera con creces la oferta (son centenares las peticiones pendientes) porque sólo tres centros ofrecen estos estudios en toda la Comunidad Valenciana. Aunque la puesta en marcha de una modalidad semipresencial pretende paliar la limitación de plazas. En total, 170 discjockeys se enfrentarán al competitivo mercado laboral antes del próximo verano. Será la primera promoción con un título bajo el brazo.
Antes, sin embargo, los alumnos de este módulo de FP deberán superar con éxito las prácticas en empresa. La Asociación de Productores y Discjockeys de la Comunidad Valenciana (ProDJCV), una suerte de patronal autonómica que aglutina a la mayoría de profesionales del sector, y la Conselleria de Educación rubricaron recientemente un convenio de colaboración en este sentido.
Los ejercicios comenzarán en marzo, aunque antes deben pulirse algunos aspectos. Como, por ejemplo, la obtención de un permiso especial para que las prácticas puedan desarrollarse en un horario distinto al lectivo: de noche y durante el fin de semana. "La mayoría de módulos no lo requieren, pero aquí es imprescindible para debutar en una sala como pinchadiscos", explica a EL MUNDO Pascual Gil, profesor del ciclo de DJ en el Instituto Vila-Roja de Almassora.
Horas antes, este centro castellonense albergaba la primera de las clases magistrales impartida por discjockeys en activo, a cargo de Paco Banaclocha y Víctor Pérez, presidente de ProDJ y residente en salas míticas como Ku Manises, ACTV, The Face o Pacha Valencia. "Yo he sido autodidacta, en su día no tuve la suerte de acceder a esta formación. Aprovechadla", reconocía ante un auditorio de estudiantes en completo silencio.
La lacra del intrusismo
Durante cerca de dos horas, Banaclocha y Pérez abordan cuestiones eminentemente prácticas. Desde la necesidad de usar protectores auditivos para evitar daños en el oído hasta qué archivos digitales resultan idóneos (MP3 codificado a 320 kbps o WAV) para las sesiones, sin eludir temas espinosos como la guerra de precios y el intrusismo, dos de las amenazas más graves para un sector muy castigado por la crisis
"Ahora con un buen programa de ordenador cualquiera puede hacer de DJ. Por eso, algunas macrosalas prefieren que pinche un famoso que actúe como reclamo que un discjockey profesional", precisa Víctor Pérez.
Y es que para este veterano de las cabinas, "por suerte o por desgracia", se trata de una ocupación de moda: "De hecho, una encuesta de Yahoo señala que el 68% de los jóvenes prefiere ser DJ, por delante de médico o abogado".
"Esto es bueno y malo a la vez.", prosigue. "Hemos conseguido que esta profesión sea tan digna como la de barrendero o banquero pero también tiene su peligro porque todo lo que se masifica corre el riesgo de convertirse en una moda pasajera".
En esta coyuntura, considera que la regulación de unos estudios que redunden en la profesionalización del trabajo del pinchadiscos supone avanzar en la buena dirección (de hecho, muchos eran ya técnicos de sonido). "Es un hito histórico", destaca. La mayoría de los estudiantes avalan esta teoría.
Ximo Agut ("Ximo, con 'x", matiza para diferenciarse de su tocayo Bayo, uno de los abanderados de la 'Ruta Destroy') llevaba más de un lustro pinchando hip hop en Castellón cuando se enroló en este ciclo. Ya en el último curso, su balance es positivo: "Es cierto que hay mucha información a la que no le voy a sacar partido, pero hay otra mucha que me abre puertas. He aprendido a usar otros aparatos y me abre la vía de pinchar música más comercial", señala.
Abanico de oportunidades
¿Pero puede asumir el sector la llegada, cada año, de cerca de doscientos nuevos profesionales? Lo cierto es que estos estudios no se restringen, ni mucho menos, al ámbito musical. "Yo no sólo me metí en este módulo por la etiqueta de DJ, sino que me interesaba más la parte dedicada a la fotografía y el vídeo", relata Arantxa García, que forma parte de la minoría femenina en su clase de segundo.
El ciclo, que se integra en la familia profesional de Imagen y Sonido, capacita para realizar sesiones de animación musical y visual en vivo, así como para la captación, mezcla y grabación de todo tipo de proyectos sonoros.
En la práctica, quienes obtengan este título también podrán ejercer en categorías laborales tan diversas como la de ayudante de sonido en televisión; microfonista de cine y vídeo, de conciertos y espectáculos escénicos; así como de ayudante de montaje de sonido en cine y retocador fotográfico digital.
Aún así, el área relativa al DJ es la que presenta un mayor tirón, aunque se traspasa con creces el concepto clásico de pinchadiscos. No en vano, el curso forma también a videojockeys, como se conoce a los profesionales que generan sesiones visuales con la mezcla de música con loops de video) y light-jockeys, los responsables de iluminación de las discotecas.
"Ahora estamos más reconocidos y mejor valorados que nunca. Antes las estrellas del pop llenaban campos de fútbol y ahora los llena un discjockey", apunta Víctor Pérez, quien apuesta por destruir los estereotipos negativos que acompañan a esta figura desde los tiempos (de decadencia) de la Ruta.
"Se suele decir que la noche conlleva el consumo de droga y es mentira, puede haberla en un banco, en un colegio, en una empresa y, por supuesto, también en la noche. Yo no bebo, no fumo y no me drogo y la inmensa mayoría de compañeros tampoco. Haría el ridículo en la mesa de mezclas. Además, no por tomar drogas o beber te lo vas a pasar mejor", subraya.
El presidente de ProDJ lamenta la imagen que ha quedado de la ruta, todo un acontecimiento social que durante la década de los 80 llegó a reunir a más de 30.000 jóvenes en discotecas al sur de Valencia: "Fue un fenómeno social y me pilló joven, pero el Gobierno la etiquetó [con el consumo de drogas] de forma interesada. Se generalizaron algunos casos cuando generaba mucho turismo y empleo".
Reprocha, de hecho, a las instituciones que Valencia viva de espaldas al mar y al sector del ocio, frente a otros territorios que sí han sabido explotar sus potencialidades. "Si Ibiza vive de mayo a octubre de la música electrónica, ¿por qué no podría hacerlo Valencia si tenemos el mismo clima?".
Servido está el tema, sólo falta tu opinión al respecto.
FUENTES: elmundo.es , Publico.es, worldofhouse.es
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